lunes, 3 de noviembre de 2014

Ruta a Peña Trevinca


Nos habíamos levantado bastante pronto, y el camino hacia Porto por esa carretera no permitía ningún despieste. Ojalá algún día esta carretera se arregle de una vez
por todas y permita una mejor comunicación con las personas que viven por estos pueblos.
Llegamos a Porto con la salida del sol, y rápidamente nos preparamos para nuestra larga ruta. No había tiempo que perder, pues la distancia era mucha, y queríamos que
se nos hiciera de noche.
En unos minutos salimos del pueblo, y casi sin darnos cuenta, pudimos ver cómo la Luna se despedía de nosotros deseándonos buena suerte.

Comenzaba entonces nuestra ruta hacia Peña Trevinca



Continuamos nuestra ruta hacia Peña Trevinca. El camino se ponía poco a poco cuesta arrriba. Pasamos la Vega de Valdetiendas, y nos dirigimos hacia la Laguna de la Serpiente, ya en tierras gallegas.
El día estaba espectacular, y teníamos ante nosotros una fuerte pendiente, que aconsejaba quitarse el gorro y quedarse en manga corta.
En estos lugares, teniendo estas montañas tan importantes cerca, uno no piensa en encontrarse con diminutos animales como el de la foto. Había bastantes, y nunca los había visto por estas tierras.
Unos instantes de pausa para descansar con la "excusa" de hacer la foto, y de paso descansar ante la subida que nos esperaba.
Allí podemos apreciar la belleza de este animal, y el contraste de colores con la planta en la que se encuentra.
Es fácil que estos detalles pasen desapercibidos, como pasa con frecuencia con detalles que nos muestran algunas personas, y en los que debemos fijarnos para poder ayudarlas.



Continuamos el ascenso, y cada cierto tiempo parábamos a descansar un poco. En uno de estos descansos pudimos observar estas setas, tan pequeñas que pasaban desapercibidas en la inmensidad de las montañas que nos rodeaban. ¿ Alguien sabe de qué setas se tratan ?



Se sorprendieron de nuestra llegada. Se nota que por allí no pasa demasiada gente. Nos dieron ganas de estar allí contemplándolos un buen rato, pero debíamos proseguir nuestro camino. Me llamo la atención sobre todo el pequeño potro que podemos ver a la derecha de la imagen.
Un pequeño descanso y continuamos nuestro camino.




Poco a poco nos ibamos acercando hacia nuestro objetivo: Peña Trevinca. Los kilómetros iban pesando, y cada poco parábamos a coger un poco de fuerza.
¡ Qué bien sabían los arándanos que nos encontrábamos y que sabía tan bien ! Parece que los estoy probando ahora mismo...
El desnivel empezaba a ser considerable, y además con el peso que llevábamos a nuestras espaldas era muy importante estar animado.
Lo mismo pasa en otras situaciones de la vida en la que parece que todo está cuesta arriba. Es entonces cuando hay que estar animado, aunque a veces no sea fácil. De este modo tenemos más posibilidades de llegar a nuestro objetivo.





La subida era tendida, y poco a poco íbamos ganando altura. Casi sin darnos cuenta estábamos cerca de la cumbre. Allí unos pequeños resaltes rocosos que pasamos sin dificultad nos llevaron hasta nuestro objetivo: la cima de Peña Trevinca.
Allí es tiempo de descansar brevemente, y aprovechar también para hacer alguna foto desde el punto más alto de Zamora.



Después de tanto esfuerzo por llegar hasta allí, se puede llegar a pensar si ha merecido la pena. En mi opinión claro que ha merecido la pena.
Las más de 10 horas de ruta y casi 2000 metros de desnivel acumulado suponen un gran esfuerzo, pero haciendo algo que te gusta se disfruta.
Una vez en la cumbre, y aunque debido al frío y viento tuvimos que bajar un poco para poder comer, da tiempo para contemplar el paisaje y sobre todo pensar en muchas personas a las que le hubiera gustado estar ahí y que tanto animaron para que pudiera llegar.
Como podéis imaginar las vistas desde allí son magníficas, pudiendo contemplar un paisaje maravilloso. Pero lo realmente bonito es poder tener allí el sentimiento del objetivo cumplido, y darse cuenta de que con esfuerzo es posible superar las dificultades.
En primer término de la foto podemos observar el "buzón", donde podemos encontrar algunas notas de otros montañeros que han llegado antes, y donde también podemos dejar la nuestra.
Un lugar mágico al que volver.




Continuamos nuestra excursión, descendiendo de Peña Trevinca sin descanso. Las horas y los kilómetros se iban notando, y avanzábamos hacia la Vega de Valdetiendas, dejando a nuestra izquierda el Moncalvo, al que tendremos que subir en otra ocasión.
Una vez en Valdetiendas, cogimos la senda que, ya sin pérdida ninguna, nos habría de llevar hasta Porto.
En esos momentos se tiene tiempo de pensar en el día que se ha pasado: la salida con el Sol desde Porto (con la Luna despidiéndose de nosotros), la subida hasta quedarnos a 300m de la Laguna de la Serpiente, lo ricos que estaban los arándanos en la subida a Peña Trevinca (y que tantas fuerzas nos dieron), el disfrutar esos momentos en la cima de Trevinca (pensando en tantas cosas)...
Fue un día muy completo, y poco después de visitar un bosque desconocido y precioso, vimos en la lejanía unos cuantos caballos sanabreses.
Allí nos llevamos otra gran sorpresa para despedir esta magnífica ruta, y que podemos observar en esta fotografía.
El potro no nos prestaba atención y solo se fijaba en la yegua que le estaba amamantando. Poco le importaba que hubiésemos bajado de Trevinca, que él tenía cosas más importantes que hacer. Allí estuvimos unos instantes disfrutando de esta escena y pensando en volver un día a Peña Trevinca.





martes, 30 de septiembre de 2014

Cascada de los Vados

Comenzamos nuestra ruta en el pueblo sanabrés de San Ciprián, abandonando el pueblo tras cruzar unas huertas.

Poco después nos cruzamos con alguna vaca que nos despedía a su manera.

La senda está bien señalizada con balizas blancas, y el camino es cómodo, aunque hay que salvar cierto desnivel. No encontramos mucha agua así que no tuvimso problemas.

Llegamos a una construcción curiosa, en la que tenían una imagen de Santa Gema:



En poco tiempo llegamos a nuestro destino: la cascada de los Vados, donde pudimos descansar un poco.


Allí nos encontramos con una sorpresa: una Amanita Muscaria que parecía querer posar para la foto:

También nos encontramos con otras especies, que no sé identificar:
Poco después empezamos el descenso por el mismo camino hacia San Ciprián. La bajada se hizo muy cómoda, aunque con precaución por las piedras de algún tramo.

Poco antes del atardcer llegamos al punto de partida, recorriendo de nuevo las calles del pueblo.


Una bonita ruta que habrá que repetir quizá en invierno, para poder pillar la cascada de los Vados congelada. ¿ Quién se apunta ?
 
 
 
 
 

sábado, 20 de septiembre de 2014

Conseguir nuestro objetivo

El montañero se había propuesto un objetivo que parecía algo complicado: alcanzar la cima de Peña Trevinca. Se dirigió al inicio de la ruta, con la mochila preparada.
Allí se encontró con un lugareño de San Martín de Castañeda. Le preguntó si estaba preparado, a lo que el montañero respondió afirmativamente indicándole todas las cosas que tenía en la mochila: comida, agua, cámara de fotos, mapas, etc...El lugareño le preguntó que si tenía también lo más importante: "¿ Tienes realmente ganas de alcanzar tu objetivo, cueste lo que cueste ? ".

"Sí"-respondió nuestro amigo.
"Entonces lo conseguirás".

Poco después comenzó su marcha, y rápidamente se encontró con algunas de las típicas vacas de la zona
La ruta era muy larga, y requería mucho esfuerzo y ganas de subir. El sol calentaba mucho, y rápidamente le entró sed, aunque como se había preparado llevaba una cantimplora que le permitió aliviar su sed.
Siguió caminando un buen rato, y de pronto divisó su objetivo al fondo del todo:
Entonces se desanimó muchísimo, pues parecía que nunca podría llegar a la cima. Siguió caminando un rato y a punto estuvo de darse la vuelta. "Creo que no lo conseguiré nunca" - pensaba.

Al poco se paró a descansar al lado de un puente:

Allí aprovechó para beber y comer un poco, y apareció una chica que estaba también haciendo senderismo. Compartió con ella un poco de su comida y hablaron un rato. "Ella precisamente bajaba de Peña Trevinca". Él le dijo que veia muy complicado poder llegar, y que estaba a punto de darse la vuelta, pues nunca llegaría"

- "Tienes que ser optimista y tener ánimo para poder llegar arriba y conseguir tu objetivo" - le dijo la mujer.
- "Pero no es fácil, sobre todo ahora que estoy tan cansado y me duelen tanto los pies"- respondió él.
- "Tú sigue adelante, y piensa en positivo. Yo estoy segura de que vas a llegar".

Esas palabras le dieron mucho ánimo, y poco después emprendió de nuevo su camino.

Después de unas horas de marcha llegó a la falda de la montaña. Era hora de comenzar el ascenso.

El desnivel era muy grande, y él se acordó de lo que le dijeron el lugareño y la chica, y pensó que si iba poco a poco, sin prisas, y con ánimo, podría llegar a la cima.
Eso hizo, y aunque iba despacio se iba acercando a su objetivo, y aunque a veces se le quitaban las ganas, él seguía adelante.
Casi no se lo podría creer, pero finalmente alcanzó la cima de Peña Trevinca: la montaña más alta de Zamora.
Allí estuvo un rato pensando en lo que había hecho y hablando con otros montañeros. 
"Es tan importante haber llegado hasta aquí como poder bajar y llegar al punto de partida"-le dijeron.

Se acordó de esto y de lo que le contaron sus otros amigos, y emprendió el camino de regreso, volviendo un instante la vista atrás hacia la montaña


Unas horas más tarde llegó de nuevo al punto de donde partió, y mientras estaba guardando las cosas en el coche, apareción de nuevo el lugareño del principio.

- "¿ Llegaste a Peña Trevinca ? " - le preguntó.
- "Sí, gracias a tu ayuda y a la de otras personas" - le contestó el montañero.
- "Me alegro".

Estuvieron hablando un rato más, y cuando el lugareño ya se alejaba el senderista le llamó y le dijo:

- "¿ Sabes ?. Realmente no era mi objetivo subir a Peña Trevinca. Tengo otra cosa más importante como objetivo, pero viendo que he sido capaz de subir a esta montaña, estoy seguro de que lo voy a conseguir.

 
- "Estoy convencido de que con ganas y ayuda de los demás lo vas a conseguir. Nos vemos en otra ocasión".
Pasó el tiempo, y nuestros dos protagonistas se encontraron, en esta ocasión en la orilla del Lago. 
- "Ahora sí te puedo decir que alcancé mi objetivo de verdad"-le dijo el montañero.
- "Te lo dije. Me alegro mucho."
Allí estuvieron hablando un buen rato hasta que anocheció. Estuvieron disfrutando de otro atardecer en el Lago de Sanabria.




martes, 9 de septiembre de 2014

Teatro en el Mercado Medieval de Puebla de Sanabria

El pasado mes de Agosto pude ver de nuevo el Mercado Medieval de Puebla de Sanabria. En esta ocasión asistí al teatro que se hizo dentro del Castillo de Puebla sobre Juana La Loca.
Personalmente me encantó. Los actores se metieron en el papel y en un entorno como el castillo merece la pena verlo.

Os dejo alguna fotografía.





El resto del mercado en mi opinión estuvo bastante bien. Además de los puestos, lo que hace "mágico" este mercado es sobre todo el entorno: las calles, el castillo, las casas, la gente...el anochecer...

Muy buenos también los gaiteros que año tras año acuden a este mercado y lo hacen también fenomenal poniendo mucha pasión en todas sus actuaciones.

Si no lo conocéis os recomiendo verlo para otra ocasión.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Atardecer en el Lago de Sanabria

Un día que podáis tenéis que venir a Sanabria. Aquí seguro que disfrutáis con un baño en el Lago de Sanabria (como ha hecho mucha gente este verano que ya se va terminando), caminando por sus numerosas sendas, subiendo a alguna montaña como Peña Trevinca, disfrutando de su gastronomía, conociendo sus pueblos...

Seguro que muchos de vosotros ya habéis disfrutado de todas estas cosas.

Os recomiendo si tenéis oportunidad que aprovechéis también para disfrutar de un atardecer en el Lago de Sanabria. Id con tiempo y disfrutar por ejemplo en la Playa de los Enanos, sentados en alguna de las rocas que hay por allí. Esos instantes en los que se ven los últimos rayos del sol, antes de que se esconda tras las montañas son mágicos. Los colores cambian rápidamente, y también se puede aprovechar para hacer alguna fotografía como esta.


Es uno de los lugares mágicos de Zamora, y en esos instantes se piensa en muchas cosas...algunas veces en silencio, otras hablando con alguien. 

Poco a poco el sol desaparece, las sombras van apareciendo...incluso podremos ver con suerte un cielo estrellado.

Os aconsejo disfrutar siempre que podáis de un atardecer en el Lago de Sanabria.

Bienvenidos

En este espacio me gustaría poner alguna cosa interesante relacionada sobre todo con Zamora (en especial con Sanabria), fotografía, naturaleza, cuentos, solidaridad, etc...


El título "Atardecer en el Lago de Sanabria" hace referencia a unos de los lugarés mágicos de Zamora, con el Lago de Sanabria como sitio emblemático, y el atardecer, cuando se pierden esos últimos rayos de sol entre las montañas...

Escribo estas líneas desde Puebla de Sanabria, y me gustaría poder contar también con tu ayuda. Si tienes algo interesante que contar ponte en contacto conmigo.

Mientras tanto seguiré pensando en otro atardecer en el Lago de Sanabria.